Ensalada crujiente y fácil de colinabo y manzana

Pele el colirrábano, un paso que nunca debe saltarse, ya que la piel puede ser bastante dura. Se quiere llegar al interior dulce y tierno. Rallar el colinabo pelado y la manzana en un bol grande. Un pequeño truco que me encanta utilizar: siempre dejo la piel de la manzana para darle un toque nutritivo extra, pero puedes pelarla si lo prefieres.

Exprimir el zumo de un limón por encima no sólo realza el sabor general, sino que también evita que la manzana se dore. En mi experiencia culinaria, el zumo de limón fresco siempre sabe mejor que las versiones embotelladas. A continuación, rocíe una cucharada de aceite de oliva. Yo suelo utilizar aceite de oliva virgen extra para potenciar los beneficios para la salud y el sabor.

Sazone la ensalada con sal y pimienta al gusto. En mi opinión, la pimienta negra recién molida siempre queda mejor en las ensaladas. Remuévalo todo bien, asegurándose de que todos los trozos queden cubiertos con el aliño.

Por último, añade algunas hierbas frescas si te apetece. Yo suelo usar perejil o eneldo, pero si quieres, puedes usar tus hierbas favoritas. La guarnición no sólo añade atractivo visual, sino también una capa de sabor y frescura. Ahora, la ensalada crujiente de colinabo está lista para servir.