¡Increíble tarta de cumpleaños de confeti para los niños!

Precaliente el horno a 350 grados Fahrenheit (180 grados Celsius). Engrasa ligeramente tres moldes circulares para pastel de 20 cm (8 pulgadas). Con papel pergamino, cubra el fondo de cada molde y enharine los lados, eliminando el exceso de harina.

En un recipiente grande para mezclar o en el tazón de una batidora de pie equipada con el accesorio de paleta, tamice la harina, el azúcar, el polvo de hornear, el bicarbonato de sodio y la sal. Agregue la mantequilla y bátala con batidores eléctricos o una batidora a velocidad media-baja durante aproximadamente 2 minutos, o hasta que no se vean trozos de mantequilla. 34 tazas (176 ml) de suero de leche y el aceite, batidos juntos, se agregan a la harina y se mezclan a baja velocidad hasta que se mezclen. Combine las 12 tazas (125 ml) restantes de suero de leche, claras de huevo y vainilla en un tazón, luego agregue a la masa y bata a velocidad baja hasta que se mezcle. Aumente la velocidad a media-alta y bata hasta que la masa esté espumosa y espesa, aproximadamente 3 minutos. Revuelva a mano las chispas en la masa.

Distribuya la masa de manera uniforme en los moldes y alísela para que quede nivelada. Hornee durante unos 40 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro, éste salga limpio. Enfríe los pasteles durante unos 20 minutos en sus moldes sobre una rejilla antes de colocarlos en las rejillas para que se enfríen por completo. Antes de construir los pasteles, enfríelos durante al menos 2 horas.

En una cacerola mediana a fuego medio, mezcle la leche y la harina hasta que espese y comience a hervir, aproximadamente 4 minutos. Agregue el azúcar y la sal, y continúe batiendo a fuego medio durante aproximadamente 3 minutos, o hasta que la mezcla comience a hervir nuevamente. Vierta la pasta en un plato (se verá como un budín muy pálido) y deje enfriar a temperatura ambiente, 68-70 ° F (20-21 ° C).

Asegúrese de que su mantequilla esté un poco más fría que la temperatura ambiente (65 ° F / 18 ° C). Bate la mantequilla a velocidad media-alta con batidoras eléctricas o en una batidora de pie equipada con el accesorio de paleta hasta que esté espumosa. En tres adiciones, agregue la pasta de leche fría, mezclando bien después de cada adición. Vierta el extracto de vainilla. Use el glaseado de inmediato después de agregar colorante para alimentos a su gusto.

Coloque una capa de pastel en un plato o plato giratorio para pasteles y coloque una cantidad considerable de glaseado encima, esparciendo hasta el nivel. Cubra con la segunda capa de pastel y repita el proceso de glaseado antes de terminar con la última capa de pastel. Convence el glaseado para que cuelgue sobre el borde del pastel con una cantidad generosa de glaseado. Extienda el glaseado sobre los lados del pastel y alíselo con una espátula inclinada, adhiriéndolo al glaseado que cuelga sobre la parte superior.

Para decorar, cubra los lados del pastel con chispas y adornos de tuberías en la parte superior del pastel con el glaseado sobrante en una manga pastelera equipada con una punta decorativa. CONSEJOS Si el glaseado no es suave, aumente la velocidad y continúe batiendo; el calor generado por la fricción de los batidores a menudo lo calienta lo suficiente como para permitir que los ingredientes se combinen fácilmente. El exterior de las capas del pastel se dora mientras se hornea de forma natural. Recorte el pastel quemado en el exterior si desea rebanadas de pastel que muestren la textura blanca del pastel contra el glaseado y las chispas de colores. Enfríe los pasteles durante al menos 2 horas antes de cortar el pastel marrón lo más fino posible con un cuchillo de sierra y cortar el marrón del borde exterior redondo con un rallador grueso sin dañar la forma redonda del pastel.