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Sabroso pan de navidad
Cada año, en mi familia, no puede faltar el pan de navidad para acompañar la cena del 24. Prepararlo es toda una tradición y, aunque lleva su tiempo, la satisfacción de ver a todos disfrutando de este delicioso pan casero no tiene precio. Aquí les comparto la receta que me enseñó mi abuela y que he seguido preparando año tras año.
Ingredientes
- 500 g de harina de fuerza
- 15 g de sal
- 75 g de azucar
- 15 g De levadura fresca
- 250 ml de leche
- 2 huevos
- 75 g de mantequilla
- 150 g de frutas confitadas
- 50 g de uvas pasas
- 50 g de nueces
- 1 huevo para barnizar
- Azúcar glass para decorar
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Procedimiento
Lo primero que debemos hacer es tamizar la harina. Este paso es muy importante para conseguir que nuestro pan tenga una textura esponjosa, ya que elimina posibles impurezas y airea la harina.
Una vez tamizada la harina, hacemos un volcán en un bowl grande y añadimos en el centro la levadura fresca desmenuzada, el azúcar, la mantequilla a temperatura ambiente, la sal, los huevos y la leche tibia. Mezclamos bien hasta obtener una masa homogénea. Sin miedo a ensuciarse las manos, este es el secreto del buen panadero!
Cuando la masa esté bien integrada, la vertemos en una superficie lisa enharinada y amasamos durante unos 10-15 minutos hasta que la masa esté suave y elástica. Este paso es fundamental para activar la levadura y que nuestro pan crezca correctamente.
Una vez obtenida la textura deseada, añadimos las frutas confitadas picadas, las uvas pasas y las nueces. Volvemos a amasar para que se repartan bien por toda la masa.
Dejamos reposar la masa cubierta con un paño limpio en un lugar cálido durante unas 2 horas o hasta que doble su tamaño.
Pasado este tiempo, amasamos de nuevo y formamos un bollo. Precalentamos el horno a 180ªC.
Colocamos el bollo en una bandeja de horno cubierta con papel de horno y dejamos reposar durante 30 minutos
Barnizamos el pan con huevo batido, esto le dará un bonito brillo dorado.
Horneamos durante unos 30-35 minutos o hasta que veamos que el pan está bien dorado.
Dejamos enfriar completamente antes de espolvorear con azúcar glass. Este paso, aparte de darle un toque festivo, suaviza el sabor potente de las frutas confitadas.