Fuente: Pixabay: igorovsyannykov
Salsa japonesa casera de pollo Karaage
Se trata de una sabrosa salsa para mojar que realza el sabor del pollo frito japonés (Karaage). Aporta un dulzor único y ácido que no puedes dejar de probar.
Ingredientes
- 1⁄2 taza salsa de soja
- 3 cdas Miel o azúcar moreno
- 2 cdas Sake o vino blanco
- 1 cucharada vinagre de arroz
- 1 cucharada Jengibre finamente picado
- 2 clavo Ajo picado
- 1 cucharadita Maicena mezclada con una cucharada de agua
- 1 cucharadita semilla de sésamo
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Procedimiento
Empieza por reunir todos los ingredientes en un mismo sitio. Así no tendrás que ir de un lado para otro buscando algo mientras la salsa está en el fuego.
En un cazo pequeño a fuego medio, mezclar la salsa de soja, la miel, el sake y el vinagre de arroz. Remover hasta que la miel se disuelva por completo. Recuerde que nunca debe hervir del todo. Al hacer salsas, se trata más bien de dejar que los sabores se casen con el tiempo mientras se vigila.
Añada el jengibre y el ajo a la cacerola. Deja que esta mezcla cueza a fuego lento durante 2-3 minutos, removiendo de vez en cuando para asegurarte de que todos los sabores se combinan bien. Y sí, el aroma que desprende esta fusión es bastante hipnotizante, ahí es cuando sabes que vas por buen camino.
Añada la mezcla de maicena a la cacerola poco a poco hasta conseguir el espesor deseado. La salsa debe cubrir el dorso de una cuchara, pero sin dejar de manar. La paciencia es la clave, ya que si se añade demasiada cantidad de una vez, la salsa puede quedar demasiado espesa, y si se calienta demasiado rápido, puede formar grumos.
Cuando la salsa haya espesado, retirar la cacerola del fuego y dejar enfriar. Decorar con semillas de sésamo si se desea.
Guarde esta salsa en un recipiente hermético en el frigorífico. Durará unas semanas, y es una salsa práctica lista para subir el juego de sabor de cualquier plato, especialmente aquellos que requieren un poco de toque crujiente, dulce y ácido.