Salsa picante de pepinillos crujientes

Comience picando finamente una taza de pepinillos eneldo. Es fundamental picarlos lo más pequeño posible; creo que así la salsa tiene mejor textura.

Una vez que los pepinillos estén bien picados, mida media taza de zumo de pepinillo. Recomiendo utilizar el zumo directamente del tarro de pepinillos, ya que le da a la salsa un sabor más intenso y auténtico.

Mezcle los pepinillos finamente picados y el zumo de pepinillos en un bol pequeño. Añada la mostaza de dijon. La mostaza aporta un delicioso sabor ácido que combina bien con los pepinillos y realza el sabor general.

Añada el ajo y la cebolla en polvo. Estos condimentos sirven para intensificar aún más el sabor, haciendo que la salsa sea más robusta y tentadora.

A continuación, lave y pique una cucharada generosa de eneldo fresco. Añadir hierbas frescas dará a la salsa un toque fresco y brillante que realzará los sabores más intensos.

Sazonar la salsa con sal y pimienta al gusto. A mí me gusta añadir sólo una pizca de cada, ya que el zumo de pepinillos y la mostaza ya aportan un toque salado y picante.

Remueve bien la salsa hasta que todos los ingredientes estén bien mezclados. Puedes servirla inmediatamente, pero creo que dejarla reposar en el frigorífico durante una hora más o menos permite que los sabores se mezclen.