Tarta de queso fría

Empiece a preparar la tarta de queso fría desde la base: pique finamente los panecillos con una batidora, colóquelos en un bol y mézclelos con la crema de leche ablandada. Por otro lado, puede aplastarlos con un mazo para carne después de sellarlos en una bolsa para alimentos. Orqueste la combinación para cubrir la parte inferior de una sartén con bisagra de 22 cm nivelando bien con el dorso de una cuchara. Refrigere hasta que esté listo para preparar la golosina.

Sumerja la gelatina en el agua fría durante el tiempo indicado en el paquete, unos 10 minutos. En un cuenco, bata el cheddar nuevo con el azúcar, 150 g de nata y las semillas de vainilla extraídas de la vaina hasta que quede suave. Ponga la nata sobrante en un cazo pequeño y déjela que se caliente. Añada la gelatina prensada por todas partes y remueva hasta que se desintegre.

Deje enfriar y añada la combinación a la nueva mezcla de cheddar mezclando admirablemente. Viértalo todo sobre la base del sándwich, nivélelo y métalo en la nevera durante 4 horas. Cuando el tiempo pase, caliente la mermelada de frambuesa con el agua y el zumo de limón en un cazo. Deje que se enfríe y colóquelo sobre la capa exterior de la tarta. Ponga en la nevera durante 60 minutos.

A continuación, desmolde la tarta de queso fría y puede servir.