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Fuente: Pixabay
Arroz blanco suelto
El arroz blanco suelto es uno de los acompañamientos más versátiles y preferidos por muchos. Conseguir que esté suelto y en su punto puede ser un reto, pero con esta sencilla receta lo podrás obtener de manera fácil y sin complicaciones.
Ingredientes
- 1 taza de arroz
- 2 tazas de agua
- 1 diente de ajo (opcional)
- 1 cucharada de aceite
- sal al gusto
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Procedimiento
Enjuaga el arroz con agua fría hasta que esta salga casi clara para retirar el exceso de almidón y así asegurar un arroz suelto.
En una olla mediana añade el aceite y caliéntalo a fuego alto. Si deseas, puedes añadir un diente de ajo finamente picado a este punto para darle un sabor suave pero delicioso.
Añade el arroz a la olla y cocínalo con el aceite (y el ajo si lo estás usando) hasta que el arroz esté dorado y crujiente. Este paso permite sellar los granos de arroz y también contribuye a un arroz más suelto.
Ahora añade el agua y la sal al gusto. Remueve bien para asegurarte de que la sal se distribuya uniformemente.
Deja que el agua hierva a fuego alto. Una vez que esté hirviendo, reduce el fuego a medio/bajo, coloca la tapa y deja que el arroz se cocine durante 20 minutos.
Pasado este tiempo, comprueba que el arroz esté cocido. Si aún queda agua, puedes dejarlo cocinar unos minutos más.
Una vez el agua se haya evaporado, retira la olla del fuego pero mantén la tapa puesta durante unos 5 minutos más. Esto permitirá que el arroz termine de cocinarse con el vapor residual.
Quita la tapa, revuelve el arroz con un tenedor para soltarlo y sirve caliente.
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El arroz blanco suelto es uno de los acompañamientos más versátiles y preferidos por muchos. Conseguir que esté suelto y en su punto puede ser un reto, pero con esta sencilla receta lo podrás obtener de manera fácil y sin complicaciones.
Enjuaga el arroz con agua fría hasta que esta salga casi clara para retirar el exceso de almidón y así asegurar un arroz suelto.
En una olla mediana añade el aceite y caliéntalo a fuego alto. Si deseas, puedes añadir un diente de ajo finamente picado a este punto para darle un sabor suave pero delicioso.
Añade el arroz a la olla y cocínalo con el aceite (y el ajo si lo estás usando) hasta que el arroz esté dorado y crujiente. Este paso permite sellar los granos de arroz y también contribuye a un arroz más suelto.
Ahora añade el agua y la sal al gusto. Remueve bien para asegurarte de que la sal se distribuya uniformemente.
Deja que el agua hierva a fuego alto. Una vez que esté hirviendo, reduce el fuego a medio/bajo, coloca la tapa y deja que el arroz se cocine durante 20 minutos.
Pasado este tiempo, comprueba que el arroz esté cocido. Si aún queda agua, puedes dejarlo cocinar unos minutos más.
Una vez el agua se haya evaporado, retira la olla del fuego pero mantén la tapa puesta durante unos 5 minutos más. Esto permitirá que el arroz termine de cocinarse con el vapor residual.
Quita la tapa, revuelve el arroz con un tenedor para soltarlo y sirve caliente.
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