Auténtica tarta de queso ricotta italiana

Empiece precalentando el horno a 175°C (350°F), un pequeño consejo es que siempre caliente el horno antes de empezar a mezclar los ingredientes, ya que así tendrá tiempo suficiente para alcanzar la temperatura necesaria.

En un bol grande, mezcle el queso ricotta y el azúcar hasta obtener una mezcla homogénea. Cambie a una cuchara o espátula de madera una vez integrado el azúcar, los utensilios de metal a veces pueden hacer que el queso tenga un sabor ligeramente metálico.

Batir los huevos uno a uno y asegurarse de que la mezcla esté bien combinada después de cada huevo. No los añada todos a la vez, ya que será más difícil conseguir una mezcla homogénea.

A continuación, añade el extracto de vainilla y la ralladura de limón. La ralladura de limón es un ingrediente clave aquí, ya que le da a la tarta de queso ese auténtico sabor italiano y siempre es mejor utilizar ralladura de limón fresca que embotellada para obtener un sabor más fresco.

A continuación, incorporar suavemente la harina común y la sal. No hay necesidad de tamizar, sólo asegúrese de que no hay grumos.

Añada la nata espesa para que la tarta de queso quede más cremosa y rica, y le dé ese toque de decadencia.

Vierta la mezcla de queso en el molde y hornee durante 1 hora aproximadamente o hasta que cuaje. La mejor manera de comprobarlo es hacer malabares con el molde un poco, debe sacudirse como un todo en lugar de ondularse.

Dejar enfriar completamente antes de cortar, las tartas de queso ricotta pueden ser bastante blandas cuando están calientes y se solidifican al enfriarse.