Fuente: Pixabay
Deliciosa Lasaña de pollo y verduras
Esta deliciosa receta de lasaña de pollo y verduras es una de mis favoritas para preparar a mis familiares y amigos. El sabor rico y equilibrado del pollo y las verduras, combinado con la suave y cremosa textura de la salsa bechamel, hace de esta lasaña un plato realmente excepcional. Además, es una excelente manera de incluir más verduras en la dieta de aquellos que normalmente no las comen. Asegúrate de tener todos los ingredientes a mano antes de comenzar.
Ingredientes
- 2 pechugas de pollo
- 1 zanahoria
- 1 pimiento rojo
- 1 cebolla
- 1 calabacín
- 400 gramos de tomate triturado
- 9 placas de lasaña
- 50 gramos de mantequilla
- 50 gramos de harina
- 500 ml de leche
- sal
- pimienta
- queso rallado
- aceite de oliva
Últimos folletos
Procedimiento
Comienza cociendo el pollo en agua con una pizca de sal durante 20 minutos. Una vez cocido, desmígalo y resérvalo.
Mientras el pollo se está cociendo, puedes ir preparando las verduras. Pica la zanahoria, el pimiento, la cebolla, el calabacín y los dientes de ajo en trozos pequeños. Aquí un consejo, intenta mantener un tamaño uniforme para asegurar que todas las verduras se cocinen al mismo tiempo.
En una sartén grande con un poco de aceite de oliva, sofríe las verduras a fuego medio-alto durante unos 10-15 minutos. Agrega el pollo desmigajado y el tomate triturado, mezcla bien y cocina durante otros 5 minutos. Ajusta la sal y la pimienta al gusto.
Prepara la salsa bechamel. Derrite la mantequilla en una sartén a fuego medio, añade la harina y mezcla rápidamente para evitar grumos. Luego, agrega la leche poco a poco mientras sigues removiendo. Cocina a fuego lento durante 10-15 minutos hasta que la salsa esté espesa y suave.
Precalienta el horno a 180 grados.
Ahora monta la lasaña. En una bandeja de horno, coloca una capa de placas de lasaña, una capa de la mezcla de pollo y verduras y una capa de bechamel. Repite el proceso hasta que termines con los ingredientes, asegurándote de que la última capa sea de bechamel. Espolvorea con queso rallado por encima.
Hornea la lasaña durante unos 30 minutos o hasta que la parte superior esté dorada y burbujeante. Es importante no abrir el horno en los primeros 20 minutos para evitar que la lasaña se seque.
Deja que la lasaña se enfríe durante unos 10 minutos antes de servir. De esta manera, las capas se asentarán y será más fácil de cortar.