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El mejor pastel de calabaza con nueces
Este postre casero combina lo mejor de dos clásicos: el terroso y sutil dulzor de la calabaza y el caramelo y los frutos secos de las nueces pecanas.
Ingredientes
- 1 Molde de tarta preparado, sin cocer
- 1 lata puré de calabaza
- 3⁄4 taza azúcar cristal
- 1 cucharadita canela molida
- 1⁄2 cucharadita nuez moscada molida
- 1⁄4 cucharadita Clavo molido
- 2 Huevos grandes
- 1 taza Leche evaporada
- 1⁄2 taza Azúcar moreno compacto
- 1⁄2 taza Jarabe de maíz
- 1 cucharadita extracto de vainilla
- 1 taza Nueces picadas
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Procedimiento
Empiece precalentando el horno a 220ºC (425ºF). Este paso es esencial para asegurar que el pastel se cocine uniformemente.
En un bol grande, mezcle el puré de calabaza, el azúcar granulado, la canela, la nuez moscada y el clavo. Es importante mezclar bien estos ingredientes para que los sabores se fundan y se distribuyan uniformemente por toda la tarta.
Batir los huevos en la mezcla hasta que estén completamente integrados. Es fundamental no batir en exceso para evitar que se incorpore demasiado aire, lo que podría agrietar la superficie de la tarta.
Incorporar poco a poco la leche evaporada a la mezcla de calabaza.
Vierta el relleno en el molde preparado. Recuerde rellenarla justo hasta la parte superior de la corteza para evitar que se derrame.
Hornear en el horno precalentado durante 15 minutos. A continuación, reduzca la temperatura a 175 °C (350 °F) y hornee durante 40 minutos más.
Mientras tanto, en un cazo pequeño a fuego medio, mezclar el azúcar moreno, el sirope de maíz y la vainilla. Cocine esta mezcla, removiendo constantemente hasta que el azúcar se disuelva, creando una salsa suave parecida al caramelo. A continuación, añada las pacanas.
Una vez que la tarta se haya horneado durante 40 minutos, vierta suavemente la mezcla de nueces pecanas por encima, repartiéndola uniformemente.
Vuelva a meter la tarta en el horno y hornéela durante 20 minutos más, o hasta que el relleno esté cuajado.
Por último, deje enfriar la tarta durante al menos 2 horas antes de servirla. Este paso extra, aunque a menudo se pasa por alto, realza todos los sabores y da como resultado esa estética de porción de tarta perfecta.