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Frittata saludable de calabaza y queso feta al horno
La frittata de calabaza y queso feta es un plato fácil de preparar para el desayuno, el almuerzo o incluso la cena. La cremosidad del queso feta complementa a la perfección el dulzor de la calabaza, y los huevos lo unen todo.
Ingredientes
- 1 Calabaza pequeña, sin pepitas y cortada en trozos
- 200 gms de queso feta desmenuzado
- 8 Huevos grandes
- 2 cucharada aceite de oliva
- Sal y pimienta al gusto
- Hierbas frescas como perejil o cebollino para adornar (opcional)
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Procedimiento
Empiece precalentando el horno a 200°C (unos 390°F), una temperatura bastante estándar para hornear frittatas según mi experiencia personal.
Espolvorea los trozos de calabaza con un poco de sal y rocíalos con aceite de oliva. A continuación, colócalos en una fuente de horno y déjalos asar en el horno durante unos 25 minutos hasta que estén tiernos.
Mientras tanto, bate los huevos en un bol. El truco para conseguir una frittata esponjosa es batirlos hasta que estén completamente mezclados y un poco espumosos. Añade sal y pimienta al gusto.
Una vez que la calabaza esté lista, sácala del horno, pero no apagues el horno todavía. La volveremos a necesitar. Dispón los trozos de calabaza asada uniformemente en un molde apto para horno de 9 pulgadas.
Ahora vierte la mezcla de huevo sobre la calabaza asada en la sartén. A continuación, espolvoree el queso feta desmenuzado por encima. Creo que añadir el queso feta en este momento ayuda a que se derrita y se integre en la frittata, creando un sabor cremoso y rico.
Vuelva a meter la sartén en el horno y deje que la frittata se cocine durante 20 minutos. Sabrás que está lista cuando esté cuajada en el centro y ligeramente dorada por encima.
Sirva la frittata de calabaza y queso feta caliente, preferiblemente recién salida del horno, adornada con hierbas frescas si lo desea.