Fuente: Pixabay: LUM3N
Galletas caseras de calabaza en conserva
Estos bizcochos de calabaza son perfectos para el desayuno, el brunch o servidos junto a un reconfortante plato de sopa. La combinación dulce y salada es realmente irresistible y se las recomiendo a todos mis compañeros amantes de la calabaza.
Ingredientes
- 2 tazas Harina común
- 1⁄4 taza azúcar cristal
- 1 cucharada levadura en polvo
- 1⁄2 cucharadita sal
- 1⁄2 cucharadita canela molida
- 1⁄2 taza Mantequilla sin sal, enfriada y cortada en dados
- 3⁄4 taza Puré de calabaza en conserva
- 3⁄4 taza leche
Últimos folletos
Procedimiento
Precalienta el horno a 220°C (425°F): la temperatura alta es clave para conseguir que suban y se doren. Asegúrate de que la rejilla está en el centro, para evitar que los bizcochos se quemen por arriba o por abajo.
En un bol grande, mezcle la harina, el azúcar, la levadura en polvo, la sal y la canela. Esta mezcla seca es lo que da a las galletas su sabor sutilmente dulce y especiado.
Añada la mantequilla fría cortada en dados. Mi consejo personal es utilizar los dedos para mezclar la mantequilla con los ingredientes secos hasta que quede como migas gruesas. La mantequilla fría es fundamental para que las galletas queden esponjosas, ya que libera vapor al hornearse y crea bolsas de aire que dan como resultado una textura ligera.
Incorporar el puré de calabaza y la leche hasta que la masa esté homogénea. Tenga cuidado de no mezclar demasiado, ya que podría endurecer las galletas.
Una vez mezclada la masa, pásala a una superficie enharinada y amásala suavemente unas cuantas veces. No trabajes demasiado la masa, ¡no pasa nada si está un poco pegajosa!
Forme con la masa un rectángulo de unos 2,5 cm de grosor; así obtendrá el grosor perfecto para unas galletas grandes y suaves.
Con un cortador de galletas redondo, corta las galletas y colócalas en una bandeja para hornear con papel pergamino, asegurándote de separarlas unos 5 cm.
Hornear durante unos 15 minutos o hasta que estén ligeramente doradas. ¡El olor de las galletas de calabaza recién horneadas es divino!
Sácalas del horno y déjalas enfriar un poco sobre una rejilla antes de servirlas. Saben muy bien con un poco de mantequilla, una cucharada de queso crema o incluso solos.