Fuente: Freepik
Mermelada casera rápida de mango fresco
Esta refrescante mermelada es perfecta para untar en tostadas o galletas, mezclar con yogur o servir con queso.
Ingredientes
- 4 tazas De mangos maduros (pelados y picados finamente)
- 2 tazas de azúcar blanco
- Zumo de un limón grande
- 1 cucharada De pectina (opcional)
Últimos folletos
Procedimiento
Empiece por elegir los mangos más maduros. Como consejo de mis años de cocinero, la fruta en su punto óptimo de maduración da el mejor resultado en sabor y textura para las mermeladas. Pela y trocea los mangos finamente, desechando las semillas.
Pon los mangos troceados en una olla grande y honda y vierte el azúcar. El tamaño de la olla es esencial; una superficie más grande permite que el líquido se evapore más rápidamente, lo que ayuda a que la mermelada cuaje antes y conserve el sabor fresco de la fruta.
Mezcla los mangos y el azúcar y déjalo reposar unos 10 minutos. Durante este tiempo, el azúcar extraerá el jugo de los mangos, lo que le dará a la mermelada un intenso sabor a mango.
Encienda el fuego a medio y remueva la mezcla de mango y azúcar hasta que el azúcar se haya disuelto por completo.
Añade el zumo de limón y sube el fuego para que la mezcla hierva. El zumo de limón, además de darle un toque picante, es una fuente natural de pectina, que ayudará a cuajar la mermelada.
Si desea una textura más suave en la mermelada, puede utilizar una batidora de inmersión. También puedes triturar la pulpa de mango con un machacador. Yo prefiero que la mermelada tenga algunos trozos porque le da un toque realmente casero.
Paso opcional: si la mermelada no cuaja tras 30 minutos de ebullición, puedes añadir pectina. Esto puede ayudar a espesar la mermelada. No olvide remover continuamente para evitar que la mermelada se queme en el fondo.
Para comprobar si la mermelada está cuajada, pon un poco en un plato frío y mételo en la nevera. Pasados 5 minutos, si está gelificada y no se corre, tu mermelada está lista. Si no, sigue cociendo otros 5-10 minutos y prueba de nuevo.
Una vez hecho esto, transfiere la mermelada a tarros esterilizados mientras aún esté caliente, dejando un espacio de aproximadamente 1/4 de pulgada en la parte superior. Cierra bien los tarros y déjalos enfriar a temperatura ambiente.