Palillos de pollo fritos crujientes indios

Empiece mezclando en un bol la pasta de jengibre y ajo, la cúrcuma en polvo, la pimienta de cayena, el garam masala y la sal. Estas especias dan al pollo su sabor indio único, y es esencial no omitir ninguna de ellas.

Añadir los muslos de pollo a la mezcla de especias, asegurándose de que queden bien cubiertos. Deje marinar el pollo durante al menos 30 minutos. Cuanto más tiempo marine el pollo, mejor se absorberán los sabores.

Una vez marinado, sumerja cada muslo en el suero de leche y, a continuación, páselo por una mezcla de harina común y maicena. El suero de leche ayuda a ablandar el pollo, mientras que la combinación de harina y maicena hará que el pollo quede crujiente.

Calentar el aceite vegetal en una sartén honda a fuego medio. Asegúrese de que el aceite esté lo suficientemente caliente antes de añadir el pollo para evitar que quede empapado. Un buen indicador es cuando una pequeña gota de rebozado chisporrotea y sube a la superficie.

A continuación, introduzca los trozos de pollo en el aceite caliente con cuidado y fríalos hasta que se doren. Procure no llenar demasiado la sartén; fríalos por tandas si es necesario para garantizar una cocción uniforme.

Una vez que el pollo esté frito en su punto, sáquelo y escúrralo en papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

Sirva su pollo frito indio caliente, acompañado de un chutney de tamarindo o una raita de yogur para un completo festín indio.