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Fuente: Pixabay: congerdesign
Pan casero rápido
Admito que yo misma tuve miedo del pan casero durante mucho tiempo, pero desde que hice mi primera barra de pan casero, me di cuenta de lo fáciles y satisfactorios que pueden ser los resultados. Después de todo, no hay nada mejor que el olor de una hogaza recién horneada y crujiente llenando la cocina. Y lo más importante, no lleva aditivos artificiales.
Ingredientes
- 500 g Harina fina de trigo
- 300 ml agua tibia
- 1 cucharadita sal
- 7 g Levadura seca
- 1 cucharada Aceite
- 1 clara de huevo Para lubricación
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Procedimiento
En un bol grande, mezclar la harina con la sal y añadir la levadura seca.
Vierte el agua tibia en el centro. Es muy importante que no esté ni demasiado caliente ni demasiado fría, ya que esto puede afectar al trabajo de la levadura.
Amasar toda la mezcla, primero con una cuchara y luego a mano. El tiempo real de amasado no es superior a 15 minutos.
Añadir una cucharada de aceite a la masa y trabajarla bien. El aceite ayuda a que la masa no se pegue a las paredes de la sartén.
Cubrir el cuenco con un paño de cocina y dejar que la masa suba en un lugar cálido y sin corrientes de aire durante unas 2 horas.
Una vez que haya subido, vuelva a amasar la masa y dele forma de dos panes. Asegúrese de que la superficie quede lisa.
Dejar reposar de nuevo durante 20-30 minutos y, a continuación, pincelar con clara de huevo.
Hornear en un horno precalentado a temperatura media (180 grados) durante unos 30-35 minutos.
Cuando la corteza esté bien dorada y crujiente, sácala del horno y déjala enfriar.
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Admito que yo misma tuve miedo del pan casero durante mucho tiempo, pero desde que hice mi primera barra de pan casero, me di cuenta de lo fáciles y satisfactorios que pueden ser los resultados. Después de todo, no hay nada mejor que el olor de una hogaza recién horneada y crujiente llenando la cocina. Y lo más importante, no lleva aditivos artificiales.
En un bol grande, mezclar la harina con la sal y añadir la levadura seca.
Vierte el agua tibia en el centro. Es muy importante que no esté ni demasiado caliente ni demasiado fría, ya que esto puede afectar al trabajo de la levadura.
Amasar toda la mezcla, primero con una cuchara y luego a mano. El tiempo real de amasado no es superior a 15 minutos.
Añadir una cucharada de aceite a la masa y trabajarla bien. El aceite ayuda a que la masa no se pegue a las paredes de la sartén.
Cubrir el cuenco con un paño de cocina y dejar que la masa suba en un lugar cálido y sin corrientes de aire durante unas 2 horas.
Una vez que haya subido, vuelva a amasar la masa y dele forma de dos panes. Asegúrese de que la superficie quede lisa.
Dejar reposar de nuevo durante 20-30 minutos y, a continuación, pincelar con clara de huevo.
Hornear en un horno precalentado a temperatura media (180 grados) durante unos 30-35 minutos.
Cuando la corteza esté bien dorada y crujiente, sácala del horno y déjala enfriar.
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