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Fuente: Youtube
Pao de queijo brasilero
Los Pao de Queijo son unos deliciosos panecillos brasileños de queso, con una textura esponjosa por dentro y una capa exterior crujiente. Son perfectos como aperitivo o acompañamiento.
Ingredientes
- 500 g de almidón de mandioca tapioca
- 200 ml de leche
- 100 ml de aceite vegetal
- 2 huevos
- 200 g de queso rallado queso tipo queso fresco o queso curado
- sal al gusto
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Procedimiento
Precalienta el horno a 200°C y forra una bandeja para hornear con papel pergamino.
En una cacerola, calienta la leche y el aceite hasta que hiervan. Retira del fuego y reserva.
En un tazón grande, tamiza el almidón de mandioca. Agrega la mezcla de leche y aceite caliente y mezcla bien.
Añade los huevos y el queso rallado a la masa. Sigue mezclando hasta obtener una masa homogénea. La masa estará pegajosa pero manejable.
Forma pequeñas bolitas de masa, aproximadamente del tamaño de una pelota de golf, y colócalas en la bandeja para hornear, dejando suficiente espacio entre ellas.
Hornea los panecillos durante aproximadamente 20-25 minutos, o hasta que estén dorados y crujientes por fuera.
Retira del horno y deja enfriar un poco antes de servir.
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Pao de queijo brasilero
Los Pao de Queijo son unos deliciosos panecillos brasileños de queso, con una textura esponjosa por dentro y una capa exterior crujiente. Son perfectos como aperitivo o acompañamiento.
Precalienta el horno a 200°C y forra una bandeja para hornear con papel pergamino.
En una cacerola, calienta la leche y el aceite hasta que hiervan. Retira del fuego y reserva.
En un tazón grande, tamiza el almidón de mandioca. Agrega la mezcla de leche y aceite caliente y mezcla bien.
Añade los huevos y el queso rallado a la masa. Sigue mezclando hasta obtener una masa homogénea. La masa estará pegajosa pero manejable.
Forma pequeñas bolitas de masa, aproximadamente del tamaño de una pelota de golf, y colócalas en la bandeja para hornear, dejando suficiente espacio entre ellas.
Hornea los panecillos durante aproximadamente 20-25 minutos, o hasta que estén dorados y crujientes por fuera.
Retira del horno y deja enfriar un poco antes de servir.
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