Pizza

En un recipiente, mezcla el agua tibia con la levadura y el azúcar. Deja reposar durante 5 minutos, hasta que la levadura esté activada y forme una espuma en la superficie.

En otro recipiente, tamiza la harina y añade sal. Haz un hueco en el centro y vierte la levadura activada y el aceite de oliva.

Con ayuda de una cuchara o tus manos, comienza a mezclar todos los ingredientes hasta obtener una masa homogénea.

Amasa la masa sobre una superficie enharinada durante aproximadamente 10 minutos, hasta que se vuelva elástica y suave.

Forma una bola con la masa y colócala en un recipiente grande previamente enharin. Cubre con un paño húmedo y deja reposar en un lugar cálido durante 1 hora, o hasta que la masa duplique su tamaño.

Precalienta el horno a 220°C.

Luego de que la masa haya levado, divídela en 4 partes iguales y estíralas con ayuda de un rodillo hasta obtener la forma deseada.

Coloca cada porción de masa sobre una bandeja para horno previamente enharinada.

Unta cada base de pizza con salsa de tomate y espolvorea el queso mozzarella rallado.

Agrega tus ingredientes favoritos, como aceitunas negras, jamón, champiñones, etc.

Espolvorea con orégano y lleva las pizzas al horno durante aproximadamente 15-20 minutos, o hasta que la base esté dorada y crujiente.

Retira del horno, corta en porciones y ¡disfruta de tu pizza casera!