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Receta de salmorejo cordobés auténtico y casero
El salmorejo cordobés es una deliciosa crema fría típica de la gastronomía española. Originaria de Córdoba, esta receta se ha convertido en uno de los que se caracteriza por su textura espesa y su sabor fresco y equilibrado. Es perfecto como entrante o primer plato en cualquier comida o cena.
La receta se encuentra en este artículo
18+ cenas saludables para terminar el día con el pie derecho
Ingredientes
- 1 kg tomates maduros
- 200 g pan blanco
- 1 diente ajo
- 100 ml aceite de oliva extra virgen
- 20 ml vinagre de vino blanco
- sal al gusto
- jamón serrano picado (opcional)
- huevo duro rallado (opcional)
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Procedimiento
Lava los tomates y córtalos en trozos grandes. Retira las semillas si lo prefieres menos ácido.
Remoja el pan en agua fría durante unos minutos, luego escúrrelo bien.
En una batidora o procesadora de alimentos, agrega los tomates, el pan escurrido, el diente de ajo pelado, el aceite de oliva y el vinagre.
Tritura hasta obtener una mezcla homogénea y suave. Si prefieres una textura más fina, puedes pasar el salmorejo por un colador.
Prueba y ajusta la sal al gusto.
Transfiere el salmorejo a un recipiente y refrigéralo durante al menos una hora antes de servir.
Sirve el salmorejo frío, decoado con un chorrito de aceite de oliva extra virgen y acompañado de pan tostado, jamón serrano picado, huevo duro rallado o cualquier otro topping que desees.
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Estika02Receta de salmorejo cordobés auténtico y casero
El salmorejo cordobés es una deliciosa crema fría típica de la gastronomía española. Originaria de Córdoba, esta receta se ha convertido en uno de los que se caracteriza por su textura espesa y su sabor fresco y equilibrado. Es perfecto como entrante o primer plato en cualquier comida o cena.
Lava los tomates y córtalos en trozos grandes. Retira las semillas si lo prefieres menos ácido.
Remoja el pan en agua fría durante unos minutos, luego escúrrelo bien.
En una batidora o procesadora de alimentos, agrega los tomates, el pan escurrido, el diente de ajo pelado, el aceite de oliva y el vinagre.
Tritura hasta obtener una mezcla homogénea y suave. Si prefieres una textura más fina, puedes pasar el salmorejo por un colador.
Prueba y ajusta la sal al gusto.
Transfiere el salmorejo a un recipiente y refrigéralo durante al menos una hora antes de servir.
Sirve el salmorejo frío, decoado con un chorrito de aceite de oliva extra virgen y acompañado de pan tostado, jamón serrano picado, huevo duro rallado o cualquier otro topping que desees.
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