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Tomates secos
Secar tomates en casa es una de mis actividades culinarias favoritas. Esta sencilla actividad me permite tener siempre a mano tomates únicos, aromáticos y llenos de sabor, que son un gran complemento para muchos de mis platos. Recomiendo encarecidamente esta receta, sobre todo si se dispone de tomates frescos y maduros: ¡la diferencia de sabor es realmente notable!
Ingredientes
- 2 kg tomates maduros
- 4 cucharas Sales
- 2 cabezas Ajo
- 1 grupo Hierbas frescas (albahaca, tomillo, romero)
- aceite de girasol
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Procedimiento
En primer lugar, prepara los tomates. Lávelos y córtelos por la mitad. Los tomates grandes pueden cortarse en más trozos. No obstante, procure que sean más o menos del mismo tamaño, así se secarán por igual.
Colocar los tomates en una bandeja de horno forrada con papel de hornear de forma que la piel quede en la parte inferior. Espolvoréelos con sal (no escatime en sal, ya que ayuda al proceso de secado). Añadir el ajo cortado en láminas.
Asar los tomates en un horno precalentado a 100 grados durante unas 5 horas. Comprueba de vez en cuando que los tomates no estén demasiado secos; es cuestión de gustos, a mí me gusta que aún estén un poco jugosos.
Cuando los tomates estén bien secos, sácalos del horno y colócalos en tarros mientras aún estén calientes. También añadimos hierbas frescas a cada tarro: darán un sabor extra a nuestros tomates.
Por último, vierte el aceite en los tarros para que los tomates queden completamente cubiertos. Este es un paso clave, ya que el aceite protege los tomates del moho y permite que se conserven durante más tiempo.
Cuando los tomates se hayan enfriado, cierre los tarros y guárdelos en un lugar oscuro y fresco.