Fuente: Pixabay : leppäkerttu
Estofado rústico de carne picada
Este guiso robusto y contundente ha sido nuestro salvavidas en los fríos días de invierno más de una vez. La frescura de las verduras y las patatas combinada con el sabroso sabor de la carne picada forman una combinación deliciosa. Añádele pan tostado o una baguette fresca y el día estará salvado. Cada cucharada me recuerda las muchas veces que hemos preparado y saboreado este plato con alegría y entusiasmo.
Ingredientes
- 500 g Mezcla de carne picada
- 4 zanahorias
- 3 patatas
- 2 Cebollas
- 2 dientes de ajo
- 1 rojo pimentón
- 1 l pastilla de caldo de pollo
- 2 Tablespoon pasta de tomate
- 1 Tablespoon pimentón dulce molido
- Sal y pimienta al gusto
- Aceite de oliva para freír
- Perejil para adornar
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Procedimiento
Para preparar el guiso de carne picada, lava las zanahorias, las patatas y los pimientos y córtalos en trozos del tamaño de un bocado. Recomiendo no cortar las patatas demasiado pequeñas para que no se deshagan en el guiso.
Calentar el aceite de oliva en una sartén grande y freír en él la carne picada. La experiencia ha demostrado que el aceite de oliva es mejor que otros aceites, ya que aporta un buen sabor al plato.
Picar la cebolla y el ajo y añadirlos a la carne picada. Cuando la cebolla esté transparente, añada el puré de tomate y sofríalo.
Ahora añade las verduras picadas, el caldo de pollo y el pimentón. Remuévalo todo bien y, a continuación, tápelo y cuézalo a fuego medio durante 30 minutos. Remueve el guiso de vez en cuando.
Por último, añada sal y pimienta y vuelva a mezclarlo todo bien. Sazona siempre el guiso al gusto, ya que la cantidad de especias puede variar.
El guiso rústico de carne picada se sirve caliente y adornado con perejil. Creo que las hierbas frescas añaden encanto rústico al guiso.