Fuente: Pixabay: CarolinaP
Receta clásica de flan de huevo al horno
No hay nada como la modesta elegancia de un clásico flan de huevo.
Ingredientes
- 4 Huevos medianos
- 2 tazas De leche entera
- 3⁄4 taza De azúcar granulado
- 1 cucharadita de extracto puro de vainilla
- 1⁄4 cucharadita De sal
- Nuez moscada para espolvorear por encima
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Procedimiento
Precaliente el horno a 325 grados Fahrenheit (165 grados Celsius). Es importante dejar que el horno se precaliente por completo para que las natillas no cuajen correctamente.
En un bol mediano, bate los huevos hasta que queden bien batidos. En este paso se controla la textura de las natillas. No bata los huevos con frenesí, bátalos suavemente hasta que la yema y la clara se mezclen sin problemas.
Ahora, a fuego medio, calienta la leche en un cazo hasta que empiece a salir vapor. Tenga cuidado de que no hierva. Este es un paso crucial: si está demasiado caliente, puede cuajar los huevos.
Añadir poco a poco el azúcar, el extracto de vainilla y la sal a la mezcla de huevos, batiendo constantemente. Añadimos el azúcar ahora porque ayuda a los huevos a estabilizarse y aumenta su temperatura de coagulación, lo que garantiza unas natillas suaves como la seda.
Vierta lentamente la leche caliente en la mezcla de huevos, sin dejar de remover, para atemperar los huevos. No se precipite en este paso. Las prisas pueden revolver los huevos y dar a las natillas una textura granulosa.
A continuación, cuele la mezcla de natillas con un colador y viértala en una jarra. Este paso garantiza que las natillas queden sin grumos y sin grumos.
Vierta la mezcla de natillas en seis tazas o ramequines para natillas.
Coloque estas tazas en una fuente de horno grande y vierta agua caliente en la fuente hasta que llegue a la mitad de los lados de las tazas. Este baño de agua (o baño maría, como dicen los franceses) es fundamental para cocer suavemente las natillas.
Hornee durante unos 45 minutos hasta que las natillas estén cuajadas pero aún se tambaleen ligeramente en el centro.
Deje enfriar las natillas al baño maría durante 15 minutos y, a continuación, sáquelas y déjelas enfriar completamente sobre una rejilla.
Espolvorear nuez moscada por encima antes de servir. Un paso opcional, pero que yo considero esencial. La nuez moscada añade un toque de calidez al sabor de las natillas.