Strudel de manzana con hojaldre como el de la abuela

Para hornear el strudel de manzana con hojaldre, empiece pelando las manzanas y cortándolas en rodajas finas. He descubierto que un buen pelador y cortador de manzanas puede ser muy útil en este caso.

Mezcla las rodajas de manzana con el azúcar y la canela en un cuenco grande. Reserve esta mezcla para que el azúcar pueda extraer el jugo de las manzanas. Esta técnica da al relleno un sabor más intenso.

Mientras las manzanas se marinan, extienda la masa de hojaldre sobre una superficie enharinada. Es importante que el hojaldre sea lo bastante fino como para que se pueda enrollar fácilmente, pero lo bastante grueso como para que aguante el relleno.

Derrita la mantequilla en una sartén y tueste en ella el pan rallado hasta que se dore. Esto le da al relleno una textura extra y ayuda a absorber el exceso de jugos para evitar que la masa quede empapada.

Extender las migas tostadas uniformemente sobre la masa y colocar encima la mezcla de manzana. Enrolla la masa con cuidado, pero asegúrate de que no queden huecos por donde pueda escaparse el jugo.

Colocar el strudel en una bandeja de horno y pincelarlo con huevo batido. Esto le da al strudel un acabado bonito y brillante.

Hornear el strudel a 180°C con horno de convección durante unos 40-45 minutos o hasta que esté dorado.

Dejar enfriar el strudel de manzana con hojaldre antes de cortarlo y espolvorearlo con azúcar glas antes de servirlo. Yo prefiero servir el strudel caliente, pero también está muy bueno frío.