Bollos clásicos de calabaza con especias

Empiece precalentando el horno a 425 grados Fahrenheit. Hacer esto primero evita cualquier tiempo de espera innecesario. Ninguna masa debe esperar, afecta a la textura.

En un bol grande, bata la harina, el azúcar, la levadura en polvo, el bicarbonato, la sal y las especias. Con los años, he aprendido que los ingredientes secos deben ir juntos. Es el secreto para una distribución uniforme del sabor.

Corte la mantequilla fría en trozos pequeños e incorpórelos a los ingredientes secos con un cortapastas. La mezcla debe quedar como migas finas. Recuerde utilizar mantequilla fría, es crucial para conseguir la textura perfecta de los bollos.

En un bol aparte, mezclar el puré de calabaza, la leche y el extracto de vainilla. Una vez integrados, incorpora poco a poco estos ingredientes húmedos a los secos.

Una vez mezclado todo, volcar la masa sobre una superficie plana y amasarla suavemente unas cuantas veces. Si está un poco pegajosa, espolvoréala ligeramente con harina. No amases demasiado, ya que los bollos podrían quedar duros.

Forme con la masa un círculo de una pulgada de grosor y córtelo en ocho triángulos. Esto puede parecer delgado, pero créeme, los bollos se expanden mucho durante el horneado.

Colocar los bollos en una bandeja de horno forrada con papel pergamino dejando algo de espacio entre cada uno. Hornéelos en el horno precalentado durante unos 15 minutos o hasta que los bordes estén dorados.

Déjalos enfriar antes de servirlos. Los bollos calientes pueden ser tentadores, pero se endurecen un poco al enfriarse.