Fuente: Pixabay: Couleur
Pastel de patatas cremoso y con queso fácil de preparar
Esta receta combina la riqueza del queso, la comodidad de las patatas y los sabores sutiles y dulces de la cebolla. Siempre resulta deliciosamente cremosa y cargada de sabor, una guarnición perfecta para la cena o una reconfortante opción para comer sola.
Ingredientes
- 5 patatas medianas
- 1 cebolla mediana
- 3 clavo De ajo
- 500 ml De nata
- 200 gms De queso cheddar rallado
- 1 cucharadita De sal
- 1⁄2 cucharadita De pimienta negra
- 50 gms De mantequilla
- Perejil fresco para adornar
Últimos folletos
Procedimiento
Precaliente el horno a 180 grados Celsius (355 grados Fahrenheit), un paso importante para que las patatas se horneen uniformemente.
A continuación, pela y corta las patatas y la cebolla en rodajas finas. Personalmente, utilizo una mandolina para asegurar la uniformidad, pero un cuchillo afilado también sirve.
Con una picadora o prensa, machacar el ajo - su jugo debe quedar bien suelto para impartir el mejor sabor al horneado.
En un bol grande, mezcla las patatas cortadas, las cebollas, el ajo machacado, la nata, la mitad del queso, la sal y la pimienta. Mézclalo bien para que cada rodaja reciba una capa de nata y queso, esto dará como resultado un horneado más cremoso.
Engrasar la fuente de horno con mantequilla, asegurándose de que todos los lados estén bien cubiertos para evitar que se pegue. Después de años de hornear, me gustaría sugerir el uso de un plato hondo para dar cabida a la cremosidad sin ningún desbordamiento.
Coloque la mezcla de patatas en capas uniformes en la fuente de horno, presionando la mezcla para que quede compacta.
Espolvorea el resto del queso por encima antes de meterlas en el horno. El queso forma una costra dorada mientras las patatas se hornean: ¡una delicia para todos los amantes del queso!
Hornear durante 1 hora y 15 minutos aproximadamente, hasta que la parte superior esté dorada y las patatas blandas. Utilice un tenedor para comprobar si las patatas están hechas: debe deslizarse fácilmente sin oponer resistencia.
Déjelo enfriar unos minutos y decórelo con perejil fresco antes de servir. La guarnición no sólo añade color sino también un toque de sabor fresco.