Receta casera fácil de gofres para el desayuno

Precaliente la gofrera siguiendo las instrucciones del fabricante. Este paso es crucial. Una gofrera bien caliente garantizará que los gofres se cocinen uniformemente y adquieran la textura crujiente y esponjosa perfecta.

En un bol, bata los huevos hasta que estén esponjosos. Recomiendo utilizar una batidora eléctrica para obtener mejores resultados, pero también se puede batir bien a mano.

Añada al bol la harina, la leche, el aceite, el azúcar, la levadura, la sal y la vainilla. Es importante no mezclar demasiado la masa: no pasa nada si quedan algunos grumos pequeños. Mezclar demasiado puede hacer que los gofres queden duros.

Engrasa la gofrera precalentada con spray antiadherente para que los gofres no se peguen. ¡Me lo agradecerás más tarde!

Vierta la masa en la gofrera, asegurándose de no llenarla demasiado. Esto requiere un poco de práctica. No te preocupes si te equivocas la primera vez; simplemente ajusta la cantidad de masa que viertes la próxima vez.

Cocina los gofres hasta que estén dorados y crujientes. Normalmente tardan entre 5 y 8 minutos, pero puede variar dependiendo de la gofrera. La clave es resistirse a abrir la gofrera demasiado pronto.

Sirve tus gofres caseros con tus ingredientes favoritos. En nuestra familia, preferimos sirope de arce puro, bayas frescas y una cucharada de nata montada. Pero no dude en dar rienda suelta a su creatividad. Después de todo, lo mejor de los gofres caseros es hacerlos exactamente como a uno le gustan. ¡Que los disfrutes!