Gambas marinadas sencillas

Empiece limpiando las gambas: es mejor dejarles las cáscaras, ya que aportan un sabor más profundo al plato. Sin embargo, si lo desea, puede quitarles las cáscaras, pero asegúrese de dejar la cola intacta para la presentación.

En un bol grande, añade las gambas limpias, el ajo y la guindilla picados finamente, sal marina fina, aceite de oliva y la ralladura y el zumo de un limón grande. Es fundamental pelar el limón antes de exprimirlo, ¡así es mucho más fácil!

Mezcle bien todos los ingredientes y asegúrese de que todos los langostinos queden cubiertos por la marinada. Cubra el bol con film transparente y déjelo marinar en el frigorífico durante 30 minutos (no se precipite, ya que así las gambas absorberán todos los sabores).

Una vez marinadas, las gambas pueden hacerse a la plancha, a la barbacoa o simplemente a la sartén hasta que adquieran un color rosado y estén bien hechas. Esto suele llevar 3-4 minutos por cada lado, pero tenga cuidado de no cocinarlos demasiado, ya que los langostinos pueden volverse gomosos rápidamente.

Pasar las gambas a una fuente, espolvorear con el perejil fresco picado y servir inmediatamente. Los langostinos marinados se sirven mejor sin cáscara en la mesa para que la gente pueda pelarlos y disfrutarlos. Acompáñelos con un vaso de vino blanco frío y rodajas de limón fresco para darle un toque picante.