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Reconfortante Pasta Penne con Pollo a la Italiana
Hay algo sumamente satisfactorio en cocinar y disfrutar de este sustancioso plato de penne con pollo.
Ingredientes
- 2 pechugas de pollo deshuesadas y sin piel
- 2 tazas pasta penne
- 1⁄4 taza aceite de oliva
- 1 Cebolla finamente picada
- 2 clavo Ajo picado
- 1 lata Tomates en dados, escurridos
- 1⁄2 taza vino blanco
- 1⁄2 cucharadita Pimiento rojo en escamas
- 1⁄2 taza hojas de albahaca fresca picadas
- 1⁄2 taza queso parmesano rallado
- Sal y pimienta al gusto
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Procedimiento
Empieza hirviendo una olla grande de agua ligeramente salada para la pasta. Esto hará que la pasta no se pegue y realzará su sabor.
Mientras se calienta el agua, corte las pechugas de pollo en trozos del tamaño de un bocado. Sazonar el pollo en esta fase hace que la carne adquiera más sabor. Utiliza sal y pimienta, o cualquier otra especia que prefieras.
En una sartén grande, calentar el aceite de oliva a fuego medio. Empezar a saltear los trozos de pollo hasta que estén bien cocidos y ligeramente dorados. Este proceso suele durar entre 7 y 10 minutos, dependiendo del tamaño de los trozos de pollo.
Añadir la cebolla picada y el ajo picado a la misma sartén y rehogarlos hasta que se vuelvan translúcidos. Esta cocción lenta permite liberar los delicados sabores de la cebolla y el ajo, que complementan de maravilla el pollo.
Cuando la cebolla y el ajo empiecen a cocerse, el agua debe estar hirviendo. Añade la pasta penne y cuécela según las instrucciones del paquete hasta que esté al dente.
Añada a la sartén los tomates cortados en dados escurridos, el vino blanco y las hojuelas de pimiento rojo. Cocine a fuego lento esta mezcla durante unos 10 minutos para que los sabores se mezclen. El alcohol del vino blanco se evapora y deja un sabor profundo y rico que combina bien con la acidez de los tomates.
Escurre la pasta y añádela a la sartén con el pollo y la salsa. Mézclalos y deja que se cocinen otros 2 minutos, para que la pasta absorba los sabores de la salsa.
Para terminar, retirar del fuego y añadir la albahaca fresca y el queso parmesano. El calor del plato derretirá suavemente el queso y la albahaca conservará su vibrante color.