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Galletas sin gluten con cacao
Las galletas sin gluten con cacao son una de mis recetas favoritas y las he hecho innumerables veces para familiares y amigos. Estas galletas sin gluten son suaves, deliciosas y fáciles de hornear. No contienen gluten, pero son tan deliciosas que ni lo echarás de menos. Tanto si eres celíaco como si simplemente quieres reducir tu consumo de trigo, estas galletas son una auténtica delicia.
Ingredientes
- 200 g Harina sin gluten
- 1⁄2 cdta levadura en polvo
- una pizca de sal
- 100 g cacao en polvo sin azúcar
- 100 g azúcar
- 125 g Mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
- 1 grande huevo
- 1 cdta extracto de vainilla
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Procedimiento
Para hornear galletas sin gluten con cacao, precalienta el horno a 180°C y forra una bandeja de horno con papel de hornear. El papel de horno evita que las galletas se peguen a la bandeja y facilita mucho la limpieza posterior.
En un bol mediano, mezcle la harina, la levadura, la sal y el cacao. Asegúrese de remover lo suficiente para que los ingredientes secos se mezclen bien. Esto ayudará a conseguir un resultado de horneado uniforme.
En otro bol grande, bata la mantequilla y el azúcar hasta que quede esponjoso. Aquí hay que tener paciencia, ¡la mezcla debe quedar muy esponjosa!
Añadir el huevo y el extracto de vainilla a la mezcla de mantequilla y azúcar y batir bien. Resista la tentación de añadir más de un huevo. Con uno es suficiente.
Añadir poco a poco los ingredientes secos a los húmedos. Es importante no añadirlos todos a la vez, de lo contrario la harina podría apelmazarse. Siga removiendo hasta obtener una masa homogénea.
A continuación, vierta la masa en la bandeja de horno preparada por tandas. Pero tenga cuidado de dejar suficiente espacio entre las galletas, ya que se extenderán ligeramente durante el horneado.
Hornear las galletas durante 12-15 minutos. Deben estar firmes en los bordes, pero todavía un poco blandas en el centro; se irán endureciendo a medida que se enfríen.
Deja que las galletas sin gluten se enfríen completamente antes de servirlas. Aunque le cueste esperar, el enfriamiento es un proceso importante para conseguir la textura perfecta de las galletas. ¡Buen provecho!